Saturday, October 27, 2007

El derecho a ser libre

Por Helen Aguirre Ferré

Hay que luchar por la libertad, por lo menos ésa es la actitud que demuestra el pueblo colombiano frente a las elecciones municipales que se celebrarán este domingo.
Desde el 2003 hasta la fecha, el gobierno del presidente Álvaro Uribe ha logrado que 31,000 paramilitares entregaran sus armas. Sin embargo, las FARC, como buenos marxistas, no desisten en desafiar el principio democrático de seleccionar a los gobernantes a través de las urnas.
Hasta hoy, cientos de candidatos a las elecciones en Colombia han sido secuestrados o amenazados. Más de dos docenas de ellos han sido asesinados, la mitad de estas muertes se atribuyen a las guerrillas de las FARC. Aun con todas estas amenazas, este año se han postulado más candidatos que en otros años, un aumento del 11% en comparación con el 2003. Y los colombianos, no dejándose intimidar gracias en gran parte al extraordinario ejemplo de liderazgo inteligente y valiente de Uribe, se preparan para acudir a votar.
Mientras tanto en Venezuela, Hugo Chávez, que trata de consolidar su permanencia en el poder mediante las llamadas reformas a la Constitución -que no son más que toques cosméticos de una dictadura política- se encuentra con que los estudiantes universitarios poseen una valentía pocas veces vista.
Preocupados por la violencia e inseguridad, la pobreza y desempleo, los estudiantes venezolanos se oponen a la prolongación del mandato presidencial a siete años con la reelección perpetua, la eliminación de los derechos básicos como la información cuando el gobierno lo considere oportuno y el control del gobierno sobre el Banco Central, entre otras cosas.
Chávez insiste en cambiar 63 artículos de la Constitución sin ningún debate libre y abierto, pero el liderazgo estudiantil, como Stalin González, presidente de Federaciones de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, y Yon Goicoechea dicen que pelearán por sus derechos a pesar de las consecuencias finales. Son múltiples las organizaciones, entre ellas organizaciones de derechos humanos, que observan los acontecimientos en ambos países y toman posturas en defensa de aquéllos que consideran indefensos.
En cambio, cuando George W. Bush invoca el derecho del pueblo de Cuba de ser libre de la tiranía y amenazas del gobierno, y propone la creación de un fondo para traer estudiantes a cursar estudios en los Estados Unidos, proveer computadoras y ayudar al pueblo a tener un mayor acceso al resto del mundo, se le acusa de oportunista político y de caer en la trampa de los hermanos Castro. Con éstos nunca se puede ganar.
Si los norteamericanos no se interesan por Cuba, fríamente se les acusa de ignorar la tiranía que padecen los cubanos desde hace casi cincuenta anos. Si proponen ayuda, se les acusa de interferir en los asuntos internos de un país extranjero. ¿Cómo ayudar a un pueblo que vive bajo una cortina de hierro sin interferir con la meta final de los hermanos Castro? Imposible. La ayuda es para crear la circunstancia del cambio democrático y eso no parece ser lo que quieren el fantasma de Fidel Castro y su dinastía.
La jugada de los comunistas es plantear el problema como si fuese culpa de los Estados Unidos, presentando a Raúl y a Fidel como víctimas del sistema norteamericano de la libertad. Quienes sólo ven el levantamiento del embargo y los viajes abiertos como la solución al problema cubano subestiman el control de la seguridad nacional cubana, cuyo modelo es la temida fuerza de seguridad en la ex Alemania Oriental.
Cuba no es libre porque los que mandan no lo permiten. Miles de ejemplos existen de cubanos valientes que luchan a solas por el derecho a ser libres, incluyendo numerosos periodistas independientes, las Damas de Blanco, los presos de conciencia y activistas como Marta Beatriz Roque y Osvaldo Paya Sardiñas. Lo que pide Bush es la solidaridad internacional en apoyo a éstos, como se logró con Haití y con Africa del Sur.
Más importante todavía fue reconocer el papel clave de los miembros de las fuerzas armadas y de la policía en la vida cotidiana. "Cuando los cubanos se levanten para exigir la libertad, la libertad que merecen, Uds. tienen que tomar una decisión: ¿van a defender un viejo orden desacreditado usando la fuerza contra su propio pueblo o van a abrazar el deseo del pueblo por un cambio?" pregunto Bush en su discurso. Los militares ex soviéticos apoyaron a sus pueblos respectivos sorprendiendo al mundo entero. Demostraron que, entre hermanos, todo es posible.

Saturday, October 20, 2007

Negando lo obvio

Por Helen Aguirre Ferré


Hillary Clinton reconoce una buena oportunidad cuando la ve. Por eso es que a pesar de sus numerosos fracasos ha sabido, hábilmente, rehacer su imagen y salir adelante.
Su dinámica es curiosa. Aunque está a la delantera en las encuestas políticas para tomar la nominación de la primaria del Partido Demócrata, 33 puntos por encima de su contrincante más cercano, Barack Obama, y con una fortuna acumulada - $27 millones recaudados en los últimos tres meses - la senadora Clinton es a la vez una de las figuras más odiadas. Ciertamente para la mayoría de los republicanos, Hillary simboliza el cinismo y oportunismo político para lograr sus ambiciones políticas. Por eso, según muchos, es que no abandonó a Bill después de tantas pruebas de su infidelidad.
Algunos demócratas también se sienten incómodos con Hillary, sólo hay que ver las aclamaciones a favor de una posible candidatura del ex vicepresidente Al Gore, particularmente después de ganarse el Premio Nóbel. Algunas feministas se sienten decepcionadas por la manera en que Hillary permitió que los allegados a su esposo difamaran la reputación de mujeres que fueron sexualmente acosadas por Bill. Denunció las críticas como un ataque o conspiración de la extrema derecha.
Pobre víctima. Logró identificar a sus adversarios como partidarios de esa temida ultra derecha y los republicanos cayeron en la trampa dejándose identificar como brujos ideológicos. Pero ¿cuál es la ideología de Hillary Clinton? Por boca de ella es difícil saberlo; se niega a identificarse de una manera u otra, para no perjudicar su ventaja electoral. Aunque los republicanos la catalogan de ultra liberal, otros la ven como amoral. Lo que importa es ganar.
Manifestar una ideología ataría a Hillary Clinton a tener que tomar una posición fija de principios. Tendría que manifestar su filosofía de la vida dejándonos saber cómo filtra la información y experiencias vividas ayudándonos a saber cómo reaccionaría o piensa. Quiere quedar bien con Dios y con el diablo. Ni siquiera pudo decir qué equipo de pelota apoya, si el de Chicago, su ciudad natal o el de Nueva York, su estado adoptado. "Tendría que apoyar a los dos," dijo con respuesta salomónica.
Tomando en cuenta su popularidad entre los demócratas, parece que a pocos les importa si la senadora guarda un secreto. Pero en momentos de tomar decisiones de ejecutivo, ¿importa la ideología? Más de lo que queremos pensar.
La ideología se manifiesta no sólo en el debate político sino en nuestra manera de manifestar nuestra manera de vivir y de tratar a los demás. Por eso, Hillary Clinton no tiene problemas con negar que apoyó y votó a favor de la guerra de Irak a pesar de que ahora niega que ésa haya sido su intención. Dice apoyar a Colombia pero se opone al Tratado de Libre Comercio con el gobierno de Álvaro Uribe. Dice que ayudará a los contribuyentes más necesitados, pero piensa socializar la medicina bajando la calidad del cuidado médico para todos aquellos que no podrán pagar médicos privados, y piensa aumentar los impuestos sobre los negocios de tamaño mediano, llevándolos a que se vendan a los conglomerados ya demasiados numerosos que impiden la competencia de los más pequeños. Apoya las leyes que permiten el aborto aunque lo califica como "solución trágica." Quiere ser y no ser.
¿Cómo saber entonces qué haría frente a un adversario ideológico como Putin de Rusia? ¿Cómo nos defendería del radicalismo islámico? Si milagrosamente capturasen a Osama bin Laden vivo, ¿Cómo lo enjuiciaría? Y ¿qué criterio usaría para seleccionar a los jueces a la Corte Suprema en donde se interpreta y se encaran las mejores intenciones de la Constitución? ¿Sabría conservar los mejores valores familiares y religiosos como cimientos de la sociedad?
Es una equivocación negar la importancia o necesidad de ideología pero para muchos conlleva implicaciones negativas. En un artículo en la próxima edición de la revista "Foreign Affairs" del Council on Foreign Relations, Hillary Clinton culpa a Bush de ser esclavo de su ideología, como si ostentar ideología fuese el dilema de su administración.
El siglo XX terminó con la derrota de dos ideologías nefastas como totalitarismo y el autoritarismo gracias a los valores democráticos que se sobrepusieron. A comienzos del siglo XXI la moda es negar la importancia de esos valores.

Saturday, October 13, 2007

Política internacional estilo noruego

Por Helen Aguirre Ferré

El anuncio de que el ex Presidente de los EE.UU. Al Gore y el Panel Intergubernamental sobre el Cambio de Clima (Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC) de las Naciones Unidas ganaron el Premio Nóbel de la Paz para 2007 por despertar conciencia sobre los riesgos de los cambios climáticos, es muy interesante. Por segundo año consecutivo, la prestigiosa organización reconoce a aquéllos que no están involucrados ni en promover la paz ni en resolver conflictos. Por el contrario, pudiera decirse que Al Gore es ideológicamente combativo y divisivo para medrar en política. En cambio, el premio se ha dado a aquellos que se enfocan en amenazas más amplias, más generales. Curiosamente, mezcla la política con la ciencia.
El Vicepresidente Gore ha ganado dos premios Oscar a principios de este año por su película An Inconvenient Truth (Una verdad incómoda) que se enfoca en la polución causada por el hombre como la causa del calentamiento global, algo que el panel de científicos también reconoció después de seis años de investigaciones, llegando a la conclusión de que hay un noventa por ciento de prueba que el calentamiento global está causado por los avances tecnológicos. No todos los científicos están de acuerdo, pero es oportuno señalar que el número de estos es pequeño.
El comité del Nóbel alabó tanto a los científicos de la ONU como a Gore, pero en su cita formal sobre el ex vicepresidente declara que es "probablemente la persona que ha hecho más para crear una mayor comprensión a nivel mundial de las medidas que necesitan tomarse."
Aunque se supone que los premios Nóbel sean apolíticos, es difícil creerlo ya que el Premio de la Paz se ha inclinado hacia temas que tienen que ver con la justicia social, la reducción de la pobreza y ahora, claro está, el medio ambiente. Como si estos dilemas no tuviesen que ver con las consideraciones políticas. De hecho, este premio es un mensaje a la Administración Bush de que reconsidere su retiro del Protocolo de Kyoto.
Uno pudiera preguntarse por qué no dar el premio sólo a los científicos del IPCC, 2,000 en total, que han trabajado diligentemente desde el 1988 en este proyecto mientras que Al Gore es el encargado de relaciones públicas para la causa, pero es que esta persona en particular es una presencia activa en la política estadounidense.
Considerando que Estados Unidos está en medio de una elección presidencial, el tema seguramente surgirá en los próximos debates, algo que hasta ahora no ha sido el caso.
Pero si de lo que se trataba es de que los estadounidenses reexaminen el tema de nuevo, pudiera tener éxito pero sólo hasta cierto punto. Lo que sí demuestra este premio es que un importante segmento de la población que en la actualidad apoya a uno de los candidatos demócratas, cambiaría rápidamente para apoyar a Al Gore como presidente. A pesar de que Gore ha indicado que no se postularía, la prensa no puede resistir la tentación de considerar la deliciosa posibilidad de Al Gore postulado contra la esposa de su ex jefe. Las encuestas indican que sin hacer campaña, ni mucho menos postulándose, Al Gore tiene ya unas cifras alentadoras.
No es que necesariamente los noruegos quieran ser responsables de ayudar a que Al Gore llegue a la presidencia, pero ciertamente han tratado de premiar a aquellos que están opuestos a las políticas de George W. Bush. En el 2002, Jimmy Carter, uno de los más duros y quizás el más políticamente inelegante de los ex presidentes, recibió el Nóbel de la Paz.
En su comunicado de prensa del viernes, el comité noruego concluyó, "Es necesario actuar ahora, antes de que el cambio climático se vaya fuera del control del hombre." Como si el hombre pudiera cambiar el curso de los acontecimientos. Los científicos están de acuerdo en que aun si las naciones alteraran drásticamente las emisiones de contaminación y la deforestación intensa, esto no afectaría la dirección del cambio climático por varias generaciones. Pero así es cómo a los noruegos les gusta hacer política exterior, indicándole al mundo la dirección en la que ellos creen debe ir. Magnífico. Pero no le llamen Premio de la Paz cuando no lo es.

Saturday, October 6, 2007

¿Existe el impuesto justo?


Por Helen Aguirre Ferré


Marco Rubio tiene una idea interesante. Eliminar todos los impuestos a la propiedad y reemplazarlos con un aumento al impuesto sobre la venta. Llamado un "impuesto justo" por sus partidarios, el argumento es simple.
Los valores de la propiedad fluctúan debido a muchas razones sin importar que los propietarios puedan o no pagar más impuestos por el aumento del valor de la propiedad. Por otra parte, un impuesto sobre la venta es más controlable. Usted sólo paga si compra. Mientras más caro sea un artículo, más pagará en impuesto sobre la venta. Lo mismo es cierto a la inversa, mientras menos uno gaste, menos impuesto paga.
"Es el impuesto más justo," dijo Rubio durante una entrevista radial el lunes pasado. "Con un impuesto sobre la venta, todo el mundo decide cuánto va a pagar, dependiendo de cuánto compren. No es así con los impuestos a la propiedad cuando aumentan aunque la persona no pueda pagarlos," explicó el republicano de Miami-Dade que es Presidente de la Cámara de Representantes en Tallahassee.
Como era de esperarse, muchos se oponen por razones que son lógicas. Esto causaría un inmenso cambio a la forma en que el estado recibe y administra fondos. Además, cambiaría la forma en que funcionan los gobiernos municipales y el estatal, algo que pudiera ser bueno.
El año pasado, los valores de la propiedad en la Florida estaban un 7% por encima de los promedios nacionales, pero este año la cifra subió a 78%. La Florida ya no es un lugar donde muchos pueden vivir en forma razonable. Las cosas van tan mal comparadas con muchos otros estados que el alto costo de vida de la Florida y los proporcionalmente bajos sueldos y salarios están causando que mucha gente se vaya. Los beneficiados son los estados vecinos como Tennessee, Carolina del Norte y del Sur y Georgia. Más preocupante aún es que los que se están yendo son buenas familias de clase media que mantienen comunidades saludables. Aquí está en juego la buena calidad de vida.
Todos estarán de acuerdo en que gran parte del problema es una consecuencia no prevista del programa "Save Our Homes" que pone un límite de 3% a la cantidad que puede aumentar el impuesto a la propiedad, pero esto se aplica sólo a aquellos que tienen exención tributaria de homestead, o sea en su residencia principal. Al no incluirse las propiedades comerciales, las viviendas de alquiler subieron demasiado, casi acabando con ese mercado y causando un alza en los impuestos a las propiedades comerciales que a fin de cuentas se pasó al público. Al final, todos pagamos. ¿Cuál es el remedio?
Los altos impuestos a la propiedad y el alto costo de la vida están afectando los ahorros. Los estudios indican que los impuestos locales, estatales y federales están casi iguales a los gastos de comida, ropa y medicinas combinados. Los gobiernos locales y el estatal se han beneficiado por los aumentos en el valor de las propiedades viendo crecer sus presupuestos y aumentando sus gastos. Las municipalidades pudieran haber rebajado la tasa por millar, pero no lo hicieron. La Florida aprobó una enmienda constitucional para reducir el tamaño de las clases aumentando la obligación del estado de construir escuelas y dejando poco para más maestros. Pensamos que podíamos tenerlo todo sin que resultase una carga. Pero nos azotaron ocho huracanes en dos años, aumentando el seguro contra huracanes, el petróleo subió a $80 el barril y los precios de las propiedades se fueron de control.
Aunque muchos quisieran rebajar los impuestos a la propiedad temen hacerle daño a los fondos para la educación que dependen mucho de los impuestos a la propiedad. También temen la fluctuación de ingresos dependiendo solamente en las ganancias de las ventas.
Carlos Lacasa, que fuera legislador en Tallahassee y en la actualidad es miembro de la Comisión de Impuestos y Reforma de Presupuesto de la Florida piensa que él tiene una solución: aumentar el impuesto sobre la venta en un 1% que iría directamente a las escuelas públicas cuyos fondos están bajando, hacer que el impuesto a la propiedad sea portátil, para que una persona que vive en el Condado Miami-Dade pueda mudarse a Ocala, en el Condado Marion y llevarse sus beneficios. Aumentar sustancialmente la exención homestead a la vivienda principal que en la actualidad es una suma casi insignificante de $25,000.
Existen varias opciones para remediar el problema. Esencialmente, enmendar "Save Our Homes" o eliminar por completo el impuesto sobre la propiedad y sólo cobrar impuesto en la Florida sobre la venta. Las opciones son interesantes y completamente viables bien implementadas. La idea es encontrar una forma más justa para cobrar impuestos. ¡Ya era hora!