Por Helen Aguirre Ferré
Es una noticia que ningún líder o dirigente de las cámaras de comercio quisieran leer.
La mayoría de los norteamericanos tiene una imagen negativa de Miami, que se asemeja más a los viejos episodios del programa Miami Vice que a la comunidad diversa, vibrante y llena de oportunidad que los alcaldes Manny Díaz, Carlos Alvarez o Matti Bauer de Miami Beach quisieran.
Esto, según una encuesta del encuestador John Zogby, revela que muchos creen que el crimen en la ciudad es demasiado alto afectando la calidad de vida. Tan mala es la imagen, que un 49% tiene una opinión desfavorable hacia Miami por motivos de criminalidad.
Por eso, Miami queda en el sexto lugar de ocho en donde escogerían tomar vacaciones, San Francisco quedó en primer lugar. Apenas un 3% se mudaría a la ciudad que muchos dicen ser la Puerta de las Américas.
A pesar de que el crimen en la ciudad ha disminuido, Miami tiene una mala imagen actualmente por ser el enfoque de las noticias nacionales en cuanto al creciente escándalo hipotecario en donde muchos han perdido sus inversiones, en parte por querer arriesgar demasiado en un mercado volátil. Nadie los obligó. Sin embargo, da la impresión de que Miami se presta al ambiente de fraude y dinero fácil e ilícito que malea cualquier imagen.
Pero para Zogby la verdadera noticia es que esa imagen de Miami está basada en una falsa imagen que está lejos de la realidad.
Más de la mitad de los encuestados nunca han estado en Miami. Basan su información en lo que ven en televisión en la serie de crimen "CSI: Miami" más que en hechos reales. De los que habían visitado, la mayoría no había estado en los últimos cinco años. Desconocían los nuevos centros culturales del mundo de las artes y música internacional.
¿Es ésta una imagen verdadera de Miami? Depende a quien se le pregunte, pero muchos que viven aquí dirían que Miami no es tan deseable como antes. El alto costo de la propiedad, el costo de la gasolina, la falta de transporte público, impuestos que están lejos de las realidades del bolsillo del contribuyente promedio, afectan esa percepción. Ni siquiera se habla del costo descomunal de cualquier forma de seguro, ya sea de autos, huracán o salud.
Es para cualquiera decir, "apaga y vámonos". No obstante, Zogby señala algunos aspectos que muchos olvidan. Miami es una comunidad importante en el mundo de los negocios internacionales; más de 1,200 corporaciones multinacionales tienen oficinas en el condado y un impresionante 55% de los encuestados encuentran a Miami un lugar deseable para los jóvenes.
Y a pesar de la impresión de alta criminalidad, el crimen está ahora a uno de sus niveles más bajos. Siendo una comunidad que alienta el bilingüismo, Miami está a la cabeza de la mayoría de las ciudades estadounidenses que ignoran la importancia de conocer varios idiomas y la necesidad de conectarse con otras partes del mundo. Somos, en efecto, la capital de las Américas, en su sentido global. Y por último, el por ciento de desempleo sigue siendo menos que el promedio nacional.
Si Miami se ve positiva para los más jóvenes, ¿por qué esta pobre percepción nacional? En gran parte porque nosotros mismos nos hemos convertido en nuestros peores enemigos. La autocrítica es importante, pero ¿cuántos hacemos lo suficiente para fomentar lo positivo en Miami-Dade? ¿Cuántas personas buscan y alientan a personas buenas, decentes e inteligentes para que presten servicio público y cívico para el bien de la comunidad?
Claro que Miami, y a esto se le debe de decir Miami-Dade, tiene sus retos, pero olvidamos con frecuencia que tiene mucho bueno que defender. Está en nuestras manos mejorar nuestra imagen. Muchas veces olvidamos todo lo bueno que tenemos para ofrecer.
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