Saturday, September 1, 2007

Mujeres de conciencia



RugMark: Acabando con la mano de obrainfantil en la industria alfombrera


Por Helen Aguirre Ferré



Si la alfombra hecha a mano que usted compra no tiene la etiqueta RugMark, es muy probable que se haya usado mano de obra infantil para hacer ese bello producto.
Es difícil creer que alguien deliberadamente vaya a comprar un producto hecho con mano de obra infantil, pero sí busca bellos y lujosos productos a precio económico. La mano de obra infantil no sólo es barata sino que también es ilegal en muchos países donde se utiliza.
Comprendiendo la dinámica del mercado que contribuye a los lucrativos negocios que utilizan mano de obra infantil, la fundación RugMark Foundation USA trabaja educando al consumidor para impedir la explotación de los niños. La esperanza es que haciendo conciencia social en los consumidores esto eventualmente eliminará el problema.
"Elimine la demanda para mano de obra infantil y en el proceso rescatamos a los niños y los educamos," dijo Nina Smith, Directora Ejecutiva de RugMark que tiene su sede en Washington, D.C.
RugMark calcula que uno de cada 7 niños en el mundo trabaja en la industria alfombrera en los países en desarrollo. Esa es la mala noticia. La buena noticia, según la Fundación y sus seguidores, es que las cifras están reduciéndose y este problema pudiera erradicarse en un tiempo relativamente corto.
"Esta es una de las bellezas de este proyecto," dice la Presidenta de la Universidad de Miami, Donna Shalala, que apoya a RugMark. "Cuando RugMark se fundó hace diez años, había aproximadamente un millón de niños trabajando en la industria de alfombras hechas a mano. Hoy, esa cifra ha bajado a aproximadamente 300,000 una baja del 70% en una década," dijo Shalala a un influyente grupo de mujeres que fueron invitadas a escuchar la presentación de Smith en Odegard’s, una importante tienda de alfombras y decoraciones de lujo en el corazón del elegante Miami Design District (Distrito de Diseño de Miami).
Stephanie Odegard, fundadora de Odegard, Inc., siempre ha tenido conciencia social en cuanto a los más necesitados del mundo. Al igual que su amiga Donna Shalala ella participó en los Cuerpos de Paz. Ahora, está trabajando para crear conciencia social en el mercado. Ella hasta fue a Nepal para hablar con los líderes guerrilleros para tratar de convencerlos que era importante acabar con el trabajo infantil.
"Me reuní con los líderes guerrilleros en Nepal y les expliqué que el uso de mano de obra infantil era dañina y fomentaba la pobreza intergeneracional. Cuando vieron que nosotros estábamos educando a sus niños, empezaron a comprender nuestra misión," explicó Odegard.
Cuando se trata del uso de mano de obra infantil, un delito en países donde muchos se hacen de la vista gorda, la industria de alfombras hechas a mano es una de las peores. La mayoría de las alfombras importadas en los Estados Unidos provienen de Nepal, India y Pakistán.
A menudo, niños de entre cuatro y 14 años de edad son secuestrados, negociados, vendidos para pagar deudas o para trabajo forzado o, simplemente, son abandonados por sus familias. Sus vidas son horribles. Trabajan 18 horas al día en apretados cobertizos donde están los telares, están desnutridos y sufren de enfermedades como mala visión y problemas respiratorios por aspirar las fibras de lana.
Se emplea a los niños porque les pagan poco. Contrario a lo que se cree, estos niños no están contribuyendo al ingreso familiar ni se están haciendo autosuficientes. En realidad están quitándole la oportunidad de trabajar a un adulto.
Según la Organización Internacional del Trabajo (International Labor Organization ILO) poner fin al trabajo infantil también ayudará a la economía global con beneficios para esa economía. ILO calcula que costará $760 mil millones poner fin a esa práctica a nivel mundial, pero el beneficio será de unos $5.1 trillones en las economías donde hay niños obreros.
Rug Mark trabaja para poner fin a la explotación de los niños en la industria alfombrera, rescatando a los niños y ofreciéndoles una educación, dándoles la oportunidad de tener vidas saludables y productivas. RugMark calcula que ha rescatado ya a más de 3,000 niños y evitado que mucho miles más entren a la fuerza laboral. Su educación se financia por las ventas de alfombras certificadas y donaciones a la RugMark Foundation.
Un llamadopara actuar
Hoy en día un 2% de todas las alfombras que se venden en los Estados Unidos llevan la etiqueta RugMark. La organización calcula que 15% es el punto clave para lograr sus objetivos. Un significativo número de alfombras se venden en tiendas por departamentos. De éstas, Macy’s Inc. que es dueña de Macy’s y Bloomingdales vende un 80% de alfombras hechas a mano. RugMark se ha enfocado en estas tiendas para que les ayuden en la batalla para erradicar la mano de obra infantil. Además, están tratando de obtener más cooperación de diseñadores de interiores para que se unan a la lucha.
"Necesitamos decirles a las corporaciones estadounidenses que tienen que limpiar su cadena de suministros y comprar sus productos con responsabilidad," aseguró Smith. "De esto se trata el comercio justo."


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